Un punto de vista sobre la muerte.

Miremos las cosas desde otro punto de vista menos común. Cuando cumplimos años, la gente nos felicita diciendo: "Un año más", y tienen razón lo miran por el lado de que hemos cumplido un año más viviendo pero nunca se paran a pensar que eso significa un año menos de nuestras vidas. Por otra parte quizás nosotros veamos a la muerte del lado egoísta, ‘¡Ese hombre murió, oh es tan triste!’. ¿Por qué es tan triste? Él seguramente este lejos de todo lo malo que hay aquí en la tierra. Quiero decir, en el peor de los casos, está en un lugar tranquilo, sin nada. En el mejor, es un ángel… o es un espíritu en algún lado. ¿Qué de eso es tan malo?
La muerte. Todos mis temores y miedos nacidos en este pensamiento llenan las horas de mis días. Sé que los elementos de mi cuerpo volverán a la Tierra. Pero, ¿qué hay de mi conciencia? ¿mi identidad? Es decir, ¿qué hay de mí? 
Simplemente se habrá terminado todo, para siempre. 
Nuestra vida es tan breve y sin importancia. El universo no se preocupa por nosotros. En la mayoría de los casos ni siquiera por lo que hemos hecho, si hemos obrado mal o bien. Nada de esto habría importado. No hay balance ni recuento. No hay juicio final. Tan solo silencio, y la oscuridad total y absoluta ...